Este básico, imprescindible para cualquier mujer, vuelve en sus dos versiones: largo y con caída al bies para una fiesta; o cóctel -a la rodilla- y de corte recto para el día a día. Si eliges la segunda opción, podrás ir con él de la mañana a la noche, cambiando únicamente los complementos.
Para ir al trabajo puedes acompañarlo de un blazer o cárdigan de punto en color beige u otro de los colores estrella de la temporada: morado, fucsia, verde lima, amarillo o rojo. Los zapatos con los que sin duda acertarás para este look diurno serán unos salones de tacón bajo en color negro o crema. El bolso que no sea ostentoso y, si quieres, adorna el vestido con un cinturón estrecho que defina más tu silueta en color negro.
Si vas a una comida fuera de casa, lleva un blazer roja o en un tono nude, acompañada de un collar de perlas y pendientes a juego, el bolso y los zapatos pueden ser los que ya llevaras en el trabajo.
Para una fiesta o cena especial tienes varias opciones:
• Si eres atrevida, acompaña tu vestido de una torera, chal o capelina de lentejuelas doradas o plateadas, o bien con un collar extralarge tipo cadena dorado o plateado, acompañado de un maxi-cinturón negro a la cintura y sandalias o salones de tacón alto negros, plateados o dorados.
• Si quieres un toque original pero discreto, elige un broche bonito de fantasía con brillos, pendientes a juego, clutch pequeño de mano y salones negros de tacón alto que pueden tener algún detalle que combine con el broche.
• Y si lo tuyo es la sencillez, el recurso que nunca falla y que te hará deslumbrar por tu buen gusto es sencillamente combinar el vestido con un collar de perlas, ajustado al cuello o con opción a varias vueltas, y unos pendientes a juego con el collar. Opta por un bolso y unos zapatos discretos para que el juego de tu look recaiga en el contraste negro-perla.
