Modity: ¿Qué opinas del evento Madrid Fashion Week en su 50 Aniversario a nivel internacional?
Rudy Lamas: Es la consolidación de un proyecto nacido hace 25 años, que contribuye a la evolución de la moda española, aunque le queda un largo recorrido. No estaría de más que el gobierno español, con su presidente a la cabeza, apoyase la moda española, ya que el sector textil es uno de los más importantes del país.
M.: Antonio Alvardo afirma que la Madrid Fashion Week va a ser dentro de poco la tercera pasarela a nivel internacional. ¿Tú qué opinas de eso? R.L.: En ello está porque de hecho hace unos años Cibeles rivalizaba con Gaudí, que luego paso a ser “080 Barcelona Fashion”. Desde entonces, Cibeles gana prestigio y diseñadores, incluso alguno que desfilaba en Gaudí. Lo lógico es que haya una pasarela a nivel nacional a la que se dedica una gran semana de la moda como puede tener París.
M.: Modity se dirige a una mujer respetuosa y respetada, no frívola, femenina, elegante. ¿Qué diseñador transmite mejor estos aspectos? R.L.: Más que diseñadores creo que es cuestión de la propia mujer o del propio hombre. El problema de la moda surge cuando uno no se viste para sí mismo sino para los demás, haciendo que esa moda se vuelva temporal. Pienso que con cualquier diseñador puedes sentirte identificado en cualquier momento siempre y cuando te vistas para ti mismo, no pensando en los demás.
M.: Con respecto al tema de la delgadez de las modelos, ¿estás de acuerdo con las medidas tomadas o crees que se puede luchar de otra forma? R.L.: Está muy bien el control de la masa corporal, pero la verdad es que luego llegas a los fittings de los diseñadores y, o estás delgado o no desfilas. Es decir, en gran medida el problema lo generan algunos diseñadores que les gusta ese look y ese concepto. Dicen que las cámaras engordan entre 3 y 5 kilos, y que por lo tanto se necesita una delgadez que personalmente considero un poco innecesaria. Una mujer como a las que vuestra revista está enfocada, que tenga algo de chicha, para mi gusto esta mejor que una que sea todo hueso. De todos modos los modelos lo somos para algo tan específico como la pasarela y por tanto las comparaciones entre maniquíes y personas de la calle están fuera de lugar.
M.: ¿Qué es para ti el EGO? ¿Crees que puede ayudar a los diseñadores jóvenes? R.L.: Creo que es necesaria la existencia de una plataforma de lanzamiento para nuevos diseñadores, pero no me parece bien que esté en la misma semana de Cibeles. Es un evento en el que hay una gran masificación de medios de comunicación y estos diseñadores, para destacar, y dar a conocer su trabajo, parecen obligados a crear algo muy llamativo. Si alguien llega al EGO y presentase propuestas clásicas de alta costura imitando, por ejemplo, a Elio Berhanyer, no daría que hablar. Por tanto, se ven avocados a crear líneas muy llamativas para salir en titulares y afianzarse.
