Pero ¿cómo?, te preguntarás. La respuesta es más sencilla de lo que te imaginas. Sintiendo un mínimo de inquietud por sacarte el mejor partido, tienes todas las de ganar para averiguar por ti misma los colores que te apagan y los que te iluminan. Entre tu instinto natural y la inspiración que te genere todo lo que te rodea: diseñadores de moda, la naturaleza, el cine, etc.; obtendrás una gran facilidad para acertar con tu colección VIP de colores y la llave para combinarlos con éxito.
Aquí van unos pocos trucos para ayudarte a empezar. ¿Perteneces a ese gran grupo de mujeres españolas de piel aceitunada en invierno? No lo dudes y decídete por colores vivos o pastel pero siempre luminosos: rojo intenso, turquesa, gris plata, rosa palo, y por supuesto, alíate con el blanco y el beige. Huye como de la peste de combinaciones oscuras y apagadas, como la tan recurrida ‘azul vaquero, gris humo y negro noche’. Puedes utilizar los colores básicos como los ya mencionados blanco y beige así como el gris y el negro. Pero ¡ojo!, combínalos de manera que el resultado sea siempre luminoso. Tu imagen te lo agradecerá más de lo que piensas.
¿Tienes una piel más bien radiante de luz? Los colores que te van son los más suaves y no tan llenos de luz ya que de otra manera el efecto sería contraproducente y las líneas de tu rostro quedarían emborronadas por el deslumbramiento de luz. Escoge colores pastel: rosa, celeste, azul cielo, amarillo suave, etc. Los colores básicos, como al grupo de mujeres con piel aceitunada, te supondrán el comodín perfecto, pero no descuides las combinaciones.
